«Un club en ruinas, preparado para permanecer sin Messi»

Después de las crudas declaraciones del presidente de la Comisión Gestora sobre la situación financiera del Barcelona, sorprende que hasta nueve candidatos se presenten a tomar sus riendas.
Los jugadores del Barça empezarán el nuevo año sin cobrar su nómina: el FC Barcelona es ahora mismo “insolvente”. Las contundentes declaraciones del presidente de la comisión gestora, Carles Tusquets han permitido al gran público conocer en detalle una situación financiera calamitosa, que el acuerdo salarial de 170 millones de euros con los futbolistas alivia, pero no resuelve.

Tusquets conoce en profundidad las finanzas del club catalán: fue, de hecho, presidente de la Comisión Económica durante el mandato de Josep Maria Bartomeu. La tesitura es de tal urgencia que obliga a recolocar a Messi, el ídolo máximo del club, en un segundo plano: «Desde el punto de vista económico habría vendido a Messi en verano”, afirmó el presidente interino ante el asombro de los locutores de la radio: “Hubiese sido deseable por el dinero que hubiese recibido el club y el que se habría ahorrado». El ‘crack’ argentino, de 33 años, está a disgusto en el equipo de su vida y parece un lujo excesivo para un club endeudado (“situación pésima pero con esperanza”, dijo Tusquets) y sometido a la presión de un vestuario envejecido por contratos prácticamente vitalicios heredados de los días de vino y rosas. (Aunque el candidato y expresidente Joan Laporta, en su nueva versión prudente y reposada, ha recordado también que el argentino “produce” mucho y habría que buscar “fórmulas imaginativas”).

Cabe destacar que es inaudito el nivel de deterioro del Barça a todos los niveles. A una crisis institucional, económica, reputacional, a un conflicto como el de tener de espaldas al mejor jugador del mundo, se une también una crisis deportiva que lo ha alejado de la Liga en el mes de diciembre. Sí, en diciembre. Antes de cuando el Madrid tiraba las ligas en sus buenos tiempos. A estas alturas ya sabemos un club que no la va a ganar: el Barça. Es increíble. El Barça no sólo no juega a nada, sino que tiene un punto de charlotada que lo sitúa al borde de la mofa. Si creíamos que lo habíamos visto todo en el córner de Anfield, el saque de banda del Carranza es para incluirlo en la museo de los horrores azulgrana. No sólo eso. Ante Álvaro Cervera, el mejor conductor de autobuses del campeonato, Koeman fue incapaz de plantear una alternativa lógica. Nadie aparca el autobús como el Cádiz. Y ahí va Koeman: todo por el centro. Inutilizó de una tacada a Coutinho y a Griezmann y convirtió a Messi en una sombra, una amenaza baldía, una bala de fuego porque Messi, harto y solo, ya no está para abrir defensas.

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